IMAGEN DESDE HELICOPTERO

Rescate en aludes

VII. TESTS DE EVALUACIÓN DE ESTABILIDAD DEL MANTO NIVOSO

 

Existen métodos rápidos para evaluar la estabilidad del manto durante nuestras excursiones. Elegimos una zona representativa del terreno por donde queremos circular, pero segura, y realizamos alguno de los siguientes tests:

  • Test del bastón: Consiste en ir clavando el bastón o una sonda de nieve (snow) para sentir la resistencia de las diferentes capas. Si en profundidad encontramos capas más blandas, pueden estar formadas por cristales poco cohesionados, y deberíamos cavar y examinarlos.
  • Test noruego: Con la pala recortamos un bloque trapezoidal de 40x50x80 cm. Por el lado de debajo de 80 despejamos la nieve para que el bloque pueda deslizar. Con la pala empujamos el bloque por el lado de arriba para desprenderlo. La fuerza que tengamos que emplear, nos indicará la estabilidad: hasta 10kg riesgo alto; de 10 a 20 kg riesgo medio; más de 20 kg riesgo escaso.
  • Test del salto: Con la pala aislamos un bloque rectangular de 180×150. Por el lado de debajo de 180 despejamos la nieve para que el bloque pueda deslizar. Un esquiador se sube al bloque primero con un esquí, después con los dos y más tarde saltando repetidamente, hasta que éste se desprenda. Cuanto antes se deslice el bloque, más inestable será el manto.

 

VIII. SONDEO POR GOLPEO.

 

Es el método empleado por los Servicios de Evaluación de Riesgo de Aludes o avalanchas. Consiste en:

• Elección del lugar: Un equipo de dos personas elige un lugar representativo y seguro, introduciendo una sonda especial (tres tubos de un metro, varilla de golpeo y peso) hasta el suelo, intuyendo las capas blandas o deslizantes, y midiendo el espesor total del manto nivoso.
• Sondeo por golpeo: Vamos introduciendo la sonda (de 1kg) en la nieve gracias al golpeo sobre ella, de un peso (1 kg) desde 10 cm de alto, procurando un hundimiento regular de 1cm por golpe. Anotamos los cm penetrados a cada golpe o serie de golpes. Si encontramos un estrato duro, golpearemos desde más alto (20, 30,…cm), y si fuera blando, desde más abajo (20,10 cm). Todos los datos de hundimiento, peso usado, altura, número de golpes y número de tubos de sonda empleados, quedan anotados en el impreso de “sondeo”.
• Perfil estratigráfico: Vamos excavando una zanja en la nieve y anotamos en el impreso de “perfil”, los siguientes parámetros de la pared en sombra de cada estrato: temperatura del aire a 1,5 m de alto, temperatura de la superficie nivosa, temperatura del estrato, espesor en cm, dureza del 1 al 5(puño, dedos, dedo, lápiz, navaja), humedad del 1 al 5(no hace bolas, guante seco, húmedo, mojado, escurre agua), densidad (pesando una muestra), forma y dimensiones de los cristales (placa muestra).

IX. PERFIL DE NIEVE.

Con los datos recopilados en el sondeo por golpeo y del perfil estratigráfico, se elabora un gráfico, que nos proporciona información para evaluar el riesgo de aludes y sus características:

• Con los datos del sondeo calculamos la Resistencia de cada estrato ( 2kg son el peso de un esquiador de 65Kg, aprox; 20 kg, el de una persona andando, aprox). Después, empezando por el estrato de fondo, dibujamos en el perfil de nieve, rectángulos de altura su espesor y anchura su resistencia.
• Con los datos del perfil estratigráfico, dibujamos en el perfil de nieve una línea representando las temperaturas. Después delimitamos los distintos estratos y apuntamos sus parámetros de forma, tamaño, dureza, humedad y densidad.

Interpretación del perfil de nieve:

• Estudiamos la distribución de estratos, espesor y tipo de cristal.
• La resistencia aumentando hacia el fondo, nos indicará estabilidad.
• La dureza de cada estrato nos proporciona una idea de su cohesión.
• La humedad y temperatura nos dará idea de que tipo de metamorfosis puede estar ocurriendo.

Con estos datos haremos una valoración del riesgo actual de aludes, y de su posible evolución en función del tiempo previsto.

X. SEGURIDAD EN MONTAÑA: PREVENCIÓN.

 

• Estudio del itinerario: Recopilar información de mapas, guías y refugios, para conocer el estado de la nieve y las zonas peligrosas. Prestaremos atención a las laderas propicias de formar cornisas que se puedan derrumbar, o placas de viento inestables al paso de las personas, o placas de hielo por el rehielo nocturno. Cuidado con las vaguadas que canalizan los aludes.
• Previsiones nivológicas y meteorológicas: Prestar atención a los cambios que puedan producir condiciones meteorológicas adversas, formación de placas de hielo, aludes por acumulación y metamorfosis, etc… Asimismo, existen unos boletines de información meteorológica de montaña, en la que se especifican las condiciones del manto nivoso y el nivel de riesgo de aludes según la escala europea. Consultaremos en los refugios acerca de la evolución del manto.
• Realizaremos los Tests más completos que podamos de evaluación de riesgo de aludes.
• Uso del Arva: Por zonas con riesgo de aludes, debemos conectar los aparatos de rescate de victimas de avalanchas (ARVA) y llevar pala, sonda y pilas de repuesto. Debemos practicar los métodos de búsqueda y el uso particular de nuestro Arva.
• Intentaremos evitar las zonas de riesgo: valles estrechos, vaguadas, pendientes abiertas, laderas a sotavento. Buscaremos aristas, lomas y pendientes con anclajes naturales (árboles, rocas).
• Si tenemos que atravesar zonas peligrosas pasaremos de uno en uno, sin atarnos las correas de esquís o bastones, la mochila cogida de una sola correa, y un cordino de 10 m atado que nos Servirá para localizarnos en caso de quedar sepultados. Debemos llevar ropa de abrigo, guantes y un pañuelo en nariz y boca.

XI. SEGURIDAD EN MONTAÑA: ACTUACIÓN.

• Alertar al grupo rápidamente para intentar escapar.
• Liberarnos de todo bulto que nos pueda arrastrar al interior, y taparnos la nariz y boca.
• Si nos arrastra, realizar movimientos natatorios para permanecer en la superficie..
• Cuando el alud comienza a detenerse, debemos movernos para aumentar el hueco de aprisionamiento en torno a la cabeza y el pecho.
• Permanecer serenos intentando encontrar la vertical para cavar y emitir sonidos agudos (mejor un silbato). El 80% de las víctimas de un alud están vivas al detenerse el mismo.
• Si estamos libres, observaremos el último punto en dónde desaparecieron las víctimas. Cuando pare el alud, calcularemos la posible localización de las víctimas, según su trayectoria.
• Avisaremos a los servicios de rescate haciendo una primera evaluación de localización, víctimas y estado.
o en nariz y boca.

XII. RESCATE EN ALUDES.

• Mantendremos a una persona atenta a otros aludes mientras nos aproximamos a la zona de búsqueda
• Iniciaremos la búsqueda con la sonda, el arva. Para realizar el sondeo, nos desplazaremos en fila y separados unos 75 cm unos de otros, introduciendo la sonda y avanzando a la vez. Una vez determinado el lugar, cavaremos con la pala lo más rápidamente posible.

 

Os ponemos un vídeo para ver como la guardia civil rescata con perros tras una avalancha:

 

referencia:http://www.todovertical.com/home.php?Directorio=9&opt=dir